Tratamiento del acné:
- Jana Martin Rivero
- 20 mar 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 15 ene
Como hemos podido ir viendo a lo largo de los distintos artículos sobre la patología del acné, éste puede causar un importante impacto en la piel y afectar a la calidad de vida de las personas que la padecen.
En función del número de lesiones o de la gravedad de las mismas, será necesario un tratamiento específico determinado por un dermatólogo, un tratamiento farmacológico y un tratamiento cosmético.
Objetivos del tratamiento del acné:
Reducir la hipersecreción sebácea inducida por la estimulación androgénica.
Controlar la proliferación bacteriana.
Mantener una microbiota y una función barrera sana.
Evitar la hiperqueratinización folicular, evitando la formación de comedones.
Reducir la inflamación.
Tratamiento farmacológico:
La mayoría son bajo prescripción médica.
Los distinguimos en función de si son vía tópica o vía sistémica:
Vía tópica:
-Peróxido de benzoilo: indicado para acné leve y moderado. Con acción antiseborreica, antibacteriano y queratolítico.
-Ácido azelaico: indicado en el acné pápulo-pustular leve o moderado. Acción antimicrobiana, antiseborreica y queratolítico.
-Antibióticos: normalmente se indican en terapias combinadas para el tratamiento del acné pápulo-pustular moderado y extenso.
-Retinoides: se indica para acné que cursa con comedones, pápulas y pústulas moderadas y localizadas. Acción queratolítica. La tetrinoína actúa sobre la hiperqueratinización y tiene un efecto sebostático moderado. El adaptaleno además tiene acción antiinflamatoria y la isotretinoína también reduce la actividad y tamaño de las glándulas sebáceas.
Vía sistémica: normalmente para casos de acné moderado o grave:
-Antibióticos
-Retinoides: Isotretinoína.
-Anticonceptivos orales.
-Otros tratamientos: metformina, espironolactona…
Tratamientos o procedimientos médicos:
El dermatólogo o médico-estético puede incluir en el tratamiento del acné procedimientos médicos en los casos que se necesite un tratamiento extra o sinérgico al tratamiento sistémico y/o tópico.
De forma general ya que es un tema muy extenso y especializado, podemos decir que estos procedimientos se basan en:
Terapias físicas con luz: en función del tipo de luz pueden estar basados en luz visible, láser o en otras técnicas como radiofrecuencia o terapia fotodinámica.
Peelings químicos: aplicación de un ácido de forma controlada que produce una exfoliación y destrucción de las capas de la piel a distintos niveles.
En el caso del acné se utilizan peelings superficiales o medios y, en el caso de cicatrices se realizan peelings más profundos.
Tratamiento de cicatrices:
Es un proceso lento y difícil, que no siempre consigue eliminarlas completamente.
Normalmente el dermatólogo o médico-estético es el que puede realizar el mejor diagnóstico y tratamiento.
Los principales tratamientos dermatológicos que se utilizan para tratar las cicatrices del acné son los peelings químicos, la microdermoabarasión, las microagujas, la crioterapia, la terapia láser, las inyecciones de ácido hialurónico, etc.
Tratamiento cosmético:
Es una parte fundamental en el tratamiento del acné leve y un complemento totalmente necesario al resto de terapias en el acné moderado o severo.
Activos cosméticos:
A la hora de elegir el tratamiento cosmético del acné es importante elegir los activos cosméticos que más nos van a ayudar a conseguir los objetivos de nuestro tratamiento. Podemos distinguir:
Activos seborreguladores: normalizan la producción de sebo: ácido salicílico, niacinamida, sales de zinc…
Queratolíticos: regulan el exceso de queratinización y evitan la obstrucción folicular. Favorecen la renovación celular. Algunos son: alfa-hidroxiácidos, retinoides, ácido salicílico…
Activos matificantes: absorben el sebo y la humedad, aportan un efecto mate a la piel. Ejemplos: arcillas, sílica, cobre…
Activos que favorecen el equilibrio de la microbiota: previenen la excesiva proliferación de Cutibacterium acnes y van a favorecer que se mantenga el equilibrio, fundamental para la salud de la piel. Algunos de los ingredientes que actúan así son: ácido azelaico, árbol de té, prebióticos, extracto de lactobacillus, sales de zinc, bakuchiol…
Activos calmantes para la piel: con acción antiirritante y calmante, que reduzcan la inflamación que se produce en el acné como el ácido azelaico, la niacinamida, pantenol, sales de zinc…
Activos que favorecen la función barrera: mantener la función barrera sana y equilibrada es fundamental para el estado de la piel. Ayuda a reducir la gravedad de las lesiones y previene las recaídas o brotes. Algunos activos son: ceramidas, pantenol, derivados probióticos y prebióticos, niacinamida…
Rutina cosmética:
Establecer una rutina cosmética personalizada y adaptada para persona es muy importante tanto para un buen resultado como para un buen cumplimiento, por lo que siempre es aconsejable que la rutina cosmética esté guiada por un profesional.

A nivel general hay ciertos pasos que son fundamentales:
-> Limpieza: fundamental realizar una buena higiene facial por la mañana y por la noche. Nos ayuda a retirar todos los restos de grasa, suciedad, protección solar o maquillaje.
Es importante elegir limpiadores respetuosos con la piel, con tensioactivos suaves que no sean agresivos con la piel.
Recomendable realizar la doble limpieza por la noche (limpiador de base oleosa + limpiador de base acuosa) y utilizar un tónico exfoliante diario tras la limpieza para evitar la hiperqueratinización.
-> Tratamiento: aunque es aconsejable realizarlo día y noche, podemos diferenciar el tipo de tratamiento en función de la rutina:
Rutina de día: activos calmantes, seborreguladores y que mantengan la función barrera y el equilibrio de la microbiota. Un activo muy recomendable con estas funciones es la niacinamida.
Rutina de noche: se recomiendan acticos renovadores y queratolíticos, que renueven la piel y prevengan la hiperqueratinización como los alfa-hidroxiácidos o los retinoides.
-> Protección solar: fundamental en todas las rutinas cosméticas incluir un factor de protección alto y de amplio espectro. La protección solar para una piel acneica debe ser específica, no comedogénica y oil-free, con texturas ligeras.
¿Sabes como cuidar y tratar tu piel? Si te surgen preguntas, no dudes en consultarme!!
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